Optimiza tus biorritmos

Si bien el trabajo de la cronobiología por identificar y vivir según el ritmo del reloj biológico interior aún está en evolución –de hecho, los especialistas e investigadores alemanes trabajan en el desarrollo de un análisis sanguíneo que permita identificar el reloj biológico de cada persona para ajustarse a los biorritmos particulares– desde ya tenemos algunas herramientas que nos permitan empezar a explorar nuestros biorritmos, en aras de mejorar la productividad:

1. No comas apenas despiertes

Al despertar, el cuerpo incrementa su producción de cortisol y adrenalina, algo completamente normal pues son las hormonas que funcionan como el generador corporal, ya que recargan de energía al organismo y así este cumpla la jornada del día. Pero si lo primero que haces es darle comida a tu sistema, tu cuerpo entregará toda la energía inicial en la digestión (y activará el sistema de recuperación y regeneración, es decir, entrará en fase parasimpática que es la que se pretende en horas de la noche, al dormir) y no, en alimentar tu rendimiento físico y mental; algo que conseguirás si en lugar de sentarte a comer haces algo de actividad física, te mueves, te organizas y te alistas y esperas dos horas para ingerir el primer bocado del día.

2. Medita al activar tu día

Puede ser desde que abres los osos, inclusive, desde antes. Apenas seas consciente, medita. En ese instante, tu mente estará bajo el efecto de las ondas theta; entonces, tu cerebro tiene acceso al inconsciente (el cual determina desde tu forma de caminar hasta tus reacciones y emociones) y si meditas bajo el efecto de dichas ondas, podrás reprogramar tu inconsciente. Será el mejor momento de organizar tu día y, sobre todo, de visualizar y proyectar tus proyectos.

3. Calcula tu hora media de sueño

Para garantizar un buen ritmo nocturno destinado a la reparación, es importante que sepas cuál es el último momento en que debes ingerir alimento en la noche. Para ello, debes identificar tu hora media del sueño y puedes hacerlo de la siguiente manera:
Si te duermes a las diez de la noche y te levantas a las seis de la mañana, tu tiempo de sueño es de ocho horas en total. Cuenta la mitad de tus horas de sueño (en nuestro ejemplo, son cuatro y da a las dos de la madrugada; esa es la hora media de sueño) y devuélvete seis horas desde entonces (para nuestro caso, indicaría a las ocho de la noche). Ese momento es el último en el que consumes alimento para que en plena hora media del sueño (las dos de la madrugada, en nuestro ejemplo) tu cuerpo esté realmente reparándose y recargando energías para el día siguiente y no esté digiriendo toda la comida que acabas de darle, terminando en una noche dedicada a la digestión y no a la regeneración, algo que seguramente hará que te levantes más cansado al día siguiente, estés desconcentrado y tu rendimiento no sea el mejor.

4. No cenes y te acuestes

Si puedes, cena y camina unos minutos, pasea al perro o juega con tu mascota; será ideal para que puedas esperar, de forma activa, a que pasen dos horas entre tu cena y tu momento de ir a las cobijas (así no te duermas de inmediato) pues ello incrementará tu acumulación de grasa. Y el panorama empeora si te acuestas a ver televisión o el celular. En el siguiente consejo descubrirás por qué.

5. Reduce la luz azul cuando el sol se oculte

Recuerda que una de las claves para identificar y ajustar el ritmo biológico propio es exponer al cuerpo a la mayor cantidad de luz natural posible en el día. Si bien la luz azul emitida por los computadores, los celulares y las pantallas es efectiva a la hora de regular el reloj interno, esta debe ser empleada únicamente en el periodo de vigilia. Si se somete el cuerpo a la luz azul hasta altas horas de la noche, el reloj interno se atrasará

6. ¿Vale el ‘modo noche’?

La ciencia ha demostrado que sí resulta útil cambiar los sistemas de iluminación de los aparatos electrónicos al modo nocturno, porque así se neutraliza el efecto dañino de la luz artificial durante la noche, en el reloj biológico y en los procesos nocturnos de reparación y recarga.